domingo, 30 de julio de 2017

No quiero que te mueras: Por: Jose Luis Arista Tejada




No quiero que te mueras.

                                                                      Por: Jose Luis Arista Tejada

Amaneció.
Francisco se levantó de la cama después de haber sido despertado por un terrible presentimiento, había soñado lo indeseado y para él, lo indeseado era, aparte de muchas otras cosas, que llegue el momento de decirnos adiós.
Además, se encontraba a vísperas de empezar un año nuevo y a lo que tenía que decir adiós, era pues precisamente al año viejo, sin embargo, al parecer, el que se iba a despedir de este mundo, era Francisco.
Tenía el corazón afligido a esta hora de la mañana. Se había despertado a eso de las cuatro de la madrugada.
Su esposa, que duerme siempre a su lado, estaba plácidamente dormida, que el ruido y los movimientos realizados por Francisco para levantarse, no la despertaron. Él se sentó un buen rato al borde derecho de la cama; luego, sin más, ni más, cayó de rodillas al piso e imploró por ayuda a Dios.
Realmente estaba desesperado.
El día comenzó a mostrarse con sus primeros rayos de luz. Sus hijos, permanecían en el momento más sublime del dulce sueño, que en general, a esta hora, los niños lo disfrutan mucho más y les es difícil querer levantarse para cumplir con sus obligaciones.
Obviamente que, también son muchos los adultos que disfrutan del bello placer de dormir, precisamente a esta hora de la mañana; Sin embargo, Francisco, últimamente se estaba despertando a tan tempranas horas de la mañana, pese a acostarse bien entrada la noche.
Estaba preocupado. Un año más se estaba por terminar. ¡Qué rápido pasó! ¿Por qué se repetía a la misma hora, el mismo sueño? Era un sueño – pesadilla que hacía que Francisco despierte repentinamente y comience a divagar en pensamientos, producto de ideas originadas en este mal sueño. Quería dejar de pensar en ello, pero le era difícil.
Si el dormir las horas apropiadas es salud, entonces, esto no estaba favoreciendo para nada el estado físico y mental de Francisco. Las personas entradas en años, duermen menos horas, porque es una característica propia de la edad, pero para él, no era eso el caso, puesto que estaba próximo a cumplir los 33 años y ahora que lo menciono, Francisco tenía este presentimiento de que iba a morir a la edad de Cristo.
Cumpliría al siguiente día, 31 de diciembre, 33 años.
¿Por qué tenía que soñar que se muere y todo acaba precisamente el día de su cumpleaño número 33?
Esto no estaba bien. Acababa de darse cuenta que mañana es su cumpleaños.
No es grato presentir estas cosas. Seguramente eran solo ideas, por el temor que han infundido las creencias que en el mundo entero circula, con respecto a cumplir 33 años, la edad de Cristo.
Se dice que si no te pasan cosas negativas, con atrasos y malos momentos, o bien de mueres, o bien logras pasar ese puente hacia los 34 y más.
¿Qué habrá de pasar con Francisco?
Se metió en el baño a darse un duchazo y esta vez sintió el agua más fría de lo normal. Estaba helada. No le quedó más opción que subir la cuchilla de la ducha eléctrica y entonces, temperar el agua, de tal manera que, se dio la oportunidad de sentir caer el agua caliente sobre su cuerpo.
 Se sintió relajado.
No siempre solía bañarse con agua caliente, prefería la fría, pues su cuerpo siempre ha gozado de un baño así; pero hoy, tuvo temor de quedarse siempre frío, frío como la muerte.
Un hijo suyo, en días anteriores, le había dicho: Papá no quiero que te mueras, te quiero mucho. Era el más pequeño de sus hijos, el que siempre le recibía con alegría, saltando hacia su cuello y abrazándole fuertemente.
No quiero que te mueras, ¿acaso su hijo también presentía esto? O lo decía porque había escuchado que algunos niños se quedan solos cuando sus padres mueren. Sea cual fuere el caso, Francisco, decidió no darle importancia, por lo que recordó un proverbio que dice: “Para el que anda triste, todos los días son malos; para el que anda feliz, todos los días son alegres” u otro que menciona: “Hay más felicidad en dar que en recibir”.
Entonces, dejando de pensar en lo negativo, decidió concentrarse en cosas buenas y comenzó a sentirse mejor, incluso hasta alegre. Decidió terminar el año y empezar otro siendo feliz y contribuyendo con la felicidad de las demás personas. Compartió el día de sus cumpleaños con toda su familia y se preparó para sembrar semillas del optimismo que enriquezcan su vida haciendo cosas positivas.
Así es que, no pasó nada terrible ese día, y su actitud cambió totalmente ante la vida, su familia y la sociedad; pues, con el privilegio de poder vivir un día más, un año más, y mucho más, es realmente una gran bendición.
Preguntémonos entonces: ¿De veras no hay ninguna solución a nuestros problemas? ¡Claro que las hay! No estamos en un callejón sin salida, probablemente sólo sea un obstáculo, pero podemos seguir.
Alguien decía que todo tiene solución, sólo la muerte, no la tiene.
Y como Francisco, quizás estemos en serios aprietos de incertidumbres y temores, pero que no signifique eso, que no vamos a terminar bien este año 2016 que se nos va.
Empecemos con pie derecho el 2017, que estoy seguro, será de muchas bendiciones para todos nosotros.
Y si creemos en Dios, él nos dice a través de Isaías: “No te inquietes, porque yo soy tu DIOS; yo te fortalezco y te ayudo, yo te sostengo con mi mano” y en paz ciertamente, nos acostaremos y nos levantaremos
No nos inquietemos por el año que viene, porque vivimos bien, haciendo bien las cosas. Jesús dijo: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes, cada día tiene sus propias dificultades y virtudes”.
Feliz y próspero año a todos.


JOSE LUIS ARISTA TEJADA

Fin de año, viaje hacia el reencuentro: Por Jose Luis Arista Tejada



FIN DE AÑO, VIAJE HACIA EL REENCUENTRO.

                                                                                             Por: Jose Luis Arista Tejada
Hoy, a primeras horas del día acabo de llegar de Inguilpata, he pasado la navidad allí, donde la vida se vuelve melodiosa y tranquila.
Días antes, llegué desde Congón y me encuentro ya en Chachapoyas, después de un tiempo, distante de muchas cosas, de las que ciertamente me he separado, dejando pasar los meses; y, son recuerdos de un año de transformación y alegría, recuerdos de niños y niñas en la escuela, recuerdos de un año que  decidí, dedicarlo a mis hijos.
Feliz por los recuerdos que quedan de los momentos vividos, hoy quiero dedicarme a revisar mi memoria y encontrar en ella, todo lo que, en este tiempo realicé en favor del bien y corregir en todo cuanto haya fallado.
En efecto, como dice Paulo Coelho, "Los seres humanos queremos siempre lo contrario de lo que siempre anhelamos. Tenemos prisa por crecer, y después suspiramos por la infancia perdida. Se deja la salud para tener dinero, y luego se deja el dinero para tener salud. Se piensa con tal ansiedad en el futuro que descuidamos el presente, y así, no vivimos ni el presente ni el futuro. Vivimos como si jamás fuésemos a morir, y morimos como si jamás hubiésemos vivido"
No obstante, cada uno de nosotros, sabe cómo estamos viviendo nuestra existencia. Vamos de nuestra casa hacia el trabajo, del trabajo a la casa. Nos ausentamos de casa por algún tiempo, luego regresamos. Vemos a nuestros hijos crecer y existen días en las que no puedes abrazarlos al estar distantes por múltiples razones, y dejas de saludar a quienes siempre saludabas, dejas de ver a quienes siempre veías y te das cuenta que tu existencia está transcurriendo aún con ciertos vacíos y con cierta prisa que te generan sentimientos encontrados, nostalgia, hasta incluso impotencia al querer cambiar las cosas, cuando en realidad, no todo, depende de nuestros esfuerzos, ni de nuestros buenos deseos de querer tener una existencia equilibrada en un mundo inestable.
Por tanto, lo que llamamos experiencia, no es más que la suma de todo lo que vamos viviendo día a día; de nuestras derrotas, triunfos, errores, aciertos; y es así que vamos aprendiendo a vivir.  Miguel de Cervantes Saavedra nos decía que: “El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho.”  Vale destacar entonces, que en nuestro diario caminar, vamos aprendiendo mucho y obviamente, sabemos ya mucho. Y qué decir, de todos los que nos llevan en años de existencia, saben muchísimo con cada año que pasa.
Estoy seguro que, todos hemos iniciado este año 2016 con muchas aspiraciones y con los deseos de un año mejor. Hemos soñado con aquello que más hemos querido, y donde hay un sueño, hay un camino, donde hay un camino, existen personas que la transitan, y donde hay personas que caminan, hay efectivamente, vidas que se transforman, que hacen de nuestra sociedad, un entorno favorable al cambio y la superación.
No tengamos miedo entonces, de soñar, con todo lo bueno que deseamos; porque nos abrirá caminos que recorrer con esperanza y optimismo; pues, ¿Qué veo yo?
Veo los sueños y metas hecho realidad. Todo es armonía.
Existe creatividad, inteligencia, productividad.
Existe amor, respeto, comunicación, entendimiento, ayuda mutua.
Están los niños jugando a la felicidad. Están los jóvenes entusiasmados en hacer cosas idóneas y saludables. Están los adultos haciendo realidad todos sus proyectos. Los ancianitos satisfechos con la vida.
Veo un entorno favorable a la belleza, la cultura, al deporte, las artes. Favorable a la prosperidad.
Veo personas capaces de servir. Amar. Producir. Contribuir con la humanidad. De ser feliz.
Veo un mundo maravilloso. Sublime.
Se salta de alegría. Se canta de contentos. Se silba con emoción. Se habla de paz, armonía, amor, respeto, ayuda, alegría, prosperidad.
Caminamos con la frente en alto. Con la mirada llena de resplandor. Con la salud recuperada. La inteligencia infinita.
Veo con orgullo todo esto y doy gracias a Dios por permitirme ver lo que veo y lograr lo que logro. Le doy gracias por lo dulce y exquisito que es la vida.

Que este viaje de reencuentro consigo mismo y con los demás que estamos realizando la mayoría de nosotros, sea de crecimiento y de renovación para iniciar el 2017 con fe, esperanza y alegría; para que con trabajo e inteligencia lleguemos a lo que hemos soñado.

El ruego de los pobres de nuestro país. Por José Luis Arista Tejada

El ruego de los pobres de nuestro país.

                                                                   Por: JOSE LUIS ARISTA TEJADA

Yo doy mi voto
en favor de lo moral
a favor de aquel que ha roto
todas las cadenas del mal.
No le culpo ni al uno ni al otro
ni quiero arruinar nuestro acuerdo;
pues yo, ni gano ni pierdo,
es mas bien para el rostro del mundo
que se necesita paz
y un amor que sea cada vez más
fecundo.

Yo puedo encontrar alegría si me propongo
Y ¿Qué pasa con la humanidad?
No es más que el sueño del pongo
en medio de la calamidad.

Yo puedo pensar así
incluso puedo pensar de otra manera,
puedo decir no, como también sí,
siempre y cuando yo lo quiera
en honor a mis principios,
en virtud a mi dignidad,
en gloria de los tratos limpios
y no en deshonra y la desigualdad.

Doy mi voto ahora
por conservar la visión,
por cambiar el ojo que llora,
por otro que ve con ilusión.
Se puede lograr sin demora
que aquel mal que nos devora
sea el inicio
de luchar contra nuestro vicio
de seguir en lo mismo;
a pesar que se nos ha dicho
que las consecuencias
son peores a la de un sismo.

Existen personas que están abajo,
donde el pueblo reclama
un puesto de trabajo.
Están donde se ama
casi todo lo barato
donde no hace falta fama
para darnos un buen trato.


Quizás a veces se pide
algunas buenas obras
pero sepan que el amor no se mide
porque los den sobras;
si no, por el afecto
la comprensión y la buena moral
con que realizan este proyecto
de apoyo y ayuda total.

Sin embargo en muchos quepa la duda;
pues, no lo pueden evitar,
llegan a pensar que los dan una ayuda
sin llegarlo a meditar;
para ellos, el corazón es el que vale
ese corazón solidario,
ese corazón de bien que pocas veces sale
y viene a nuestro vecindario.

En general
todo es un simple juego
mas no una señal
de haber escuchado el ruego
que hacen los pobres.
Se hace uno y tantos documentos
que se presentan en sobres
pero nunca llegan los momentos
que ellos deseaban
que ellos anhelaban.

Yo doy mi voto
en favor de lo moral
a favor de aquel que ha roto
todas las cadenas del mal.


JOSE LUIS ARISTA TEJADA

Arriesgando la integridad. Por Jose Luis Arista Tejada






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ARRIESGANDO LA INTEGRIDAD
           
                                                                 Por: JOSE LUIS ARISTA TEJADA

Con todo lo que está aconteciendo en nuestro país, está claro que muchas de nuestras máximas autoridades disfrutan arriesgando su integridad. Disfrutan porque han perdido la decencia, de tal manera que, se amoldan a todo lo que les sea favorable a sus intereses, perjudicando a todo un país. No les importa para nada perder la integridad y hacen lo que tienen que hacer sin tener en cuenta si es correcto y beneficioso para nuestra nación, o no.
Una persona íntegra es la que hace lo correcto y haciendo lo correcto se considera bien para todos, porque además no afecta los intereses de los demás.
Integridad es actuar sin mentir ni engañar. Es actuar con honestidad y cumpliendo compromisos y promesas. Es actuar sin ocultar los errores, ni la de los demás. Actuando así, es cómo se va ir destacando a una autoridad como íntegra.
Me permito citar Proverbios 10:9 “El que camina en integridad anda confiado; mas el que pervierte sus caminos, será quebrantado”.
Entendemos entonces, que una persona íntegra tendrá una buena reputación y no tendrá temor de ser expuesta o descubierta; sin embargo: ¿pensarán lo mismo  nuestras autoridades al arriesgar su integridad?
El diccionario de la Real Academia Española califica a la persona íntegra como: Recta, proba, intachable; por tanto, ante las evidencias que demuestran el actuar de los que administran el poder en nuestro país, podemos concluir a ojo de buen cubero, que han arriesgado su integridad, por tanto la han perdido, y eso es muy difícil ya de recuperar. Los valores que confluyen con integridad y que nos permiten darnos cuenta de ello son: honestidad, rectitud, sinceridad, libertad, pureza, en fin, la integridad es de carácter total, no se puede ser íntegro en tan solo una cosa, entretanto en otras no. En la integridad la persona hace extensivo su comportamiento ético a todas las situaciones en la que se ve inmerso o participante.
En tal sentido, no solo nuestras autoridades, sino, muchos de nosotros no está excluido de estar en situaciones en las que arriesgamos la integridad, a nuestra conveniencia, sin que los demás se den cuenta de ello.
Así pues, fortalezcamos nuestra integridad, y caminemos confiados, para no estar luego quebrantados y temerosos de ser descubiertos en cosas ilícitas.


JOSE LUIS ARISTA TEJADA 

EL AUTISMO, UNA REALIDAD AUN NO ENTENDIDA. Por: JOSE LUIS ARISTA TEJADA

EL AUTISMO, UNA REALIDAD AUN NO ENTENDIDA.

                                                                     Por: JOSE LUIS ARISTA TEJADA

El 2 de abril de cada año se celebra el día mundial del Autismo y dentro de la sociedad existen personas diagnosticadas con el espectro del autismo que no conocemos o en el peor de los casos, no los entendemos.
Desde que diagnosticaron a mi hijo con el espectro autista, he experimentado una serie de hechos que me han hecho ver que no estamos preparados para ayudar, educar e incluir a los niños y niñas con autismo dentro de la sociedad; por lo que, en ocasiones, ni los padres mismos sabemos qué hacer y si hablamos del entorno que nos rodea, peor aún, no saben que es: ser autista.
Me ha llamado la atención hoy, una frase que he leído y dice: “la sociedad no tiene la obligación de aprender sobre nuestros niños autistas, es nuestro deber enseñarles”; en tal sentido, creo que en cierta parte tienen razón, es por ello que hoy, debo indicar que si bien, nos hemos informado sobre autismo porque tenemos un hijo con dicho diagnóstico, a un inicio, antes de enterarnos de ello, yo personalmente, desconocía de lo que se trataba, por lo que comprendo a quienes en la actualidad, pese a contar con información virtual en el internet, aún no saben de qué se trata. Por tanto, si bien no tienen la obligación de aprender sobre nuestros niños autistas, es nuestro deber como padres enseñarles lo que es y en consecuencia, estar todos comprometidos en el saber qué hacer y cómo tratar a un niño o niña con autismo, puesto que no dejan de ser seres humanos y mal que nos pese, tienen derecho a estar incluidos. Y mal que nos pese a los que estamos involucrados en esta tarea, aún tenemos mucho  por recorrer para realmente incluir a los niños y niñas con autismo.
Me encanta lo que cierto joven autista dijo: tenemos autismo, ¿y qué? Te pueden pasar cosas «peores» como, por ejemplo, ser discriminador.
¿Cuántas veces hemos discriminado a una persona diferente a nosotros? A un niño o niña diferente en la escuela; un joven o señorita diferente, en el colegio; a un adulto varón o mujer diferente en la sociedad. No hemos entendido o no hemos querido entenderles y mucho menos meternos en su mundo para poder ayudarles a llevar una vida más satisfactoria e independiente.
Es común decir en la casa y en la escuela por boca de padres y maestros el ¡Quédate quieto, pórtate bien!, eres un desobediente, o, ese niño es un malcriado, seguro que sus padres lo consienten mucho o no lo corrigen. No hay que comparar a un niño “normal” con un niño autista.
Es común caminar por la calle con tu hijo autista y de repente él, reaccione de manera diferente a los demás o más exagerado que los demás, y todos se queden mirándolo y mirándote. Con todo ello, ya sea por cultura o costumbre, antecedemos la etiqueta a la persona y pasamos por alto su dignidad. Cuando se recibe un diagnóstico de autismo, éste no debe ocupar nunca el primer término, pues antes de ser autista, es una persona con necesidades, deseos y frustraciones, con un nombre propio y con los derechos que todo ser humano debe tener dentro de la sociedad.
Johann Wolfgang von Goethe, decía: “Trata a un hombre tal como es, y seguirá siendo lo que es; trátalo como puede y debe ser, y se convertirá en lo que puede y debe ser.”
Hoy, yo trato a mi hijo como el hombre que puede y debe ser, intento ayudarle y ha superado muchísimo. Ciertamente existen ciertas características propias de su condición de autista que son de él, por su carácter neurológico, no obstante es un ser maravilloso, muy inteligente, cariñoso conmigo y los demás, con sueños y aspiraciones.
Actualmente tiene 8 años y asiste a una Institución de educación básica regular; pero no ha sido fácil, todo ha sido un proceso constante y perseverante para afrontar las diversas situaciones de inserción a la sociedad, ante las reacciones de compañeros de aula, de padres y madres, de profesionales, del entorno inmediato. Hemos tenido que viajar constantemente para terapias y otros que ha valido la pena. Muchas veces, nos limita la situación económica, no obstante sé que todo padre hace lo posible, hasta sacrificios, porque desea lo mejor para sus hijos.
 En Chachapoyas, existen un buen número de niños y niñas con autismo, probablemente los hayamos visto y no nos hayamos dado cuenta, puesto que existen diferentes niveles de autismo, desde el leve hasta el complejo. Los hay incluidos en las Instituciones educativas, en el colegio especial y muchos otros los tienen en casa o en el peor de los casos, encerrados o escondidos por vergüenza, por falta de orientación o simplemente por no saber qué hacer.
La situación del niño o niña autista que en el futuro será un ciudadano o ciudadana, es de falta de ayuda, por tanto, es momento de  conocer más sobre autismo y saber cómo tratarlos para ayudarles a ser independientes y útiles a la sociedad.
En este día quiero agradecer a todas las personas que han hecho que mi hijo vaya mejorando cada día, entre ellas: Mi esposa que ha tenido que dejar todo para estar presente todos los días en la atención y formación de nuestros hijos. A la Profesora Aydeli Socorro Puerta Vasquez quien fue la primera profesional en educación, que acogió en su aula a nuestro hijo con autismo y supo aceptarlo y entenderlo durante todo su nivel inicial, desde 3 años hasta los 5 años, después de que otros profesionales vieron en él un terrible problema para el aula.
Agradecer a los padres y madres que sí entendieron la situación que vive un niño autista incluido en un aula regular.
Agradecer a los profesores y profesoras que conocen y han entendido a  mi hijo, a las personas de mi entorno inmediato, hermanos, amigos, familiares.
Agradecer a Dios por tener un hijo maravilloso, porque es realmente maravilloso.
Agradecer a todos, porque sé que en algún momento nos uniremos para ayudarnos a construir un mundo mejor para las personas con autismo.
Y a todos aquellos que tienen un hijo autista, decirles que sigamos ayudando a nuestros hijos a salir adelante, puesto que nos dan sorpresas agradables y muy satisfactorias como lo hicieron Albert Einstein, Ludwig Van Beethoven, Amadeus Mozart, entre otros personajes importantes de la historia que tuvieron autismo.


JOSE LUIS ARISTA TEJADA

Una mirada a mi entorno actual. Jose Luis Arista Tejada







UNA MIRADA A MI ENTORNO ACTUAL.

                                                                        Por: JOSE LUIS ARISTA TEJADA.

Lo que está frente a mis ojos, todos los días de la semana, de lunes a viernes, son niños y niñas con el alma pura y el corazón contento.
Lo que mis ojos ven, son niños y niñas ansiosos por aprender, olvidándose de todo lo que les hace llorar, para, llenarse de esperanza e ilusión cuando se les dice que ellos sí pueden, y que alcanzarán todo cuanto se propongan.
Mirando mi entorno, veo que estoy rodeado de niños y niñas. Mis ojos ven una escuela, sus aulas, los libros, los cuadernos, las pinturas, los lápices. Estoy parado en medio de mesas y sillas, frente a unos ojos que me miran y rostros que sonríen.
Estoy frente a la pizarra, con plumón en mano, dibujo una carita feliz, tan feliz que ellos me piden que no la borre.
Estoy aprendiendo a ser feliz, al lado de los que son el motivo de nuestra razón de ser, docente.
He mirado hoy, mi entorno, y necesitamos embellecerla. Necesitamos tantas cosas que de seguro, nadie nos lo dará, sino somos nosotros mismos lo que la consigamos; es por ello que en estos días, hemos hecho lo posible para que los niños y niñas sonrían de oreja a oreja.
Hoy me he levantado de la cama motivado e entusiasmado. Ha amanecido y es característico y es habitual el escuchar a esa hora, el canto de los gallos, el trinar de las avecillas, el respirar airecito fresco y perfumado con el aroma a flor de café, que es lo que aquí producen.
Tengo deseos de hacer muchas cosas y naturalmente, mis anhelos me conllevan a querer esforzarme para alcanzar todo ello que ahora me inquieta. Comprendo además que los sueños y las metas no se logran de la noche a la mañana, se requiere efectivamente de perseverar día tras día, realizando grandes o pequeñas acciones que permitan con el transcurrir de los días, ver cumplidos nuestros anhelos, sueños y metas.
Los niños y niñas, nos esperan con alegría en la escuela y el recibir un abrazo de ellos, es como haberse cumplido ya, nuestros sueños y metas; pero, ¿se estará cumpliendo con los sueños y metas de ellos?
Ayer escuchaba, que las metas logradas en educación en nuestro país y región, siguen siendo una preocupación y creo sinceramente, más que un veinte en matemática y comunicación, está la dignidad de nuestros niños y niñas, la dignidad de los maestros y maestras. Obviamente que los niños y niñas tienen que aprender, para eso van a la escuela, y me satisface más a mí ver a un niño que se esfuerza y es feliz, a pesar de que en el examen no se haya sacado la máxima nota  pues existen diferentes ritmos y estilos de aprendizaje, al igual que inteligencias múltiples y los niños y niñas pues son diferentes entre uno y otro y destacan cada uno, en lo suyo.
Los profesores se esfuerzan, de eso estoy seguro. Y es el profesor el único que tiene la oportunidad de hacer que los pueblos, las ciudades y el país se conviertan en lugares de esplendorosa virtud. Es cierto que no todo está a su favor, pero lo hace.
Entonces, mirando nuevamente mi entorno actual, puesto que me toca vivir con alegría ésta realidad, debo asimismo recordar, que el profesor también tiene sus hijos, pero dedica tiempo y responsabilidad, tal como debe ser, a su labor; para luego, quizás un fin de semana o fin de mes, retornar a casa, para reencontrarse con los suyos.
Probablemente al igual que yo digamos:
Hoy me estoy regresando a casa.
Llega el fin de semana y es pues una alegría,
ver que viene el carro, que me retornará a mi hogar.

Es viernes,
iré a la escuela, estaré con mis niños
y pasada la mañana,
me subiré al carro, para luego llegar, a casa.

Es viernes, es fin de mes, es momento de abrazar a mi familia.
Cumplido ya mi labor, puedo volver a mi residencia
para entonces embargar de felicidad mi ser.

Me recoge una camioneta, me transporta por valles y montañas.
Cruzamos los cerros, atravesamos ríos
 y de pronto, puedo ver a lo lejos
la ciudad que me recepciona cada fin de semana, cada fin de mes.

Llegar a casa es un  deleite.
Me abrazan mis hijos.
Me sonríe mi esposa.
Es una fiesta muy especial.

Transcurre sábado y domingo y al amanecer del lunes regreso a laborar;
muy contento de tener un hogar, un trabajo,
un querer hacer de la vida el amanecer más maravilloso.

Hoy nos reunimos con los colegas, en la escuela, a programar las actividades educativas y al mirar nuestro entorno, nos encontramos nuevamente, rodeado de libros, de papeles, de mesas y sillas, de pizarras en el aula. Miramos nuestro entorno y detenemos la mirada en una pared, pues hemos pegado una frase que dice:
“Nuestra institución, un lugar para ser feliz”.


JOSE LUIS ARISTA TEJADA.

Escritores de Sueños, Esperanza y Superación.

                Escritores de Sueños,  Esperanza y Superación. Video explicativo del Proyecto. Estudiantes de zona rural, pertenecientes a l...