sábado, 8 de septiembre de 2018

El mundo sería, sin lugar a dudas, un paraíso maravilloso.





El mundo sería, sin lugar a dudas, un paraíso maravilloso.

Prof. Jose Luis Arista Tejada

Tengo dos hijos a los que entrego cada vez que estoy con ellos lo bueno y lo malo de mí. Es cierto que tratamos de dar lo mejor de uno, no obstante, en más de una ocasión, por más cuerdos que estemos, hacemos y decimos incoherencias frente a nuestros hijos, que probablemente sean en posterior, las actitudes que pongan en práctica. Lo mismo sucede con los niños y niñas que de lunes a viernes pasan sus horas de estudio junto a nosotros los docentes.Ciertamente, nuestros hijos nos deben de conocer tal como somos, pero ello no implica que los formemos inapropiadamente. Tenemos que enseñarles, obviamente, con el ejemplo. Por tal razón, en algunos casos es mejor actuar con prudencia, que ser motivo de mal formación.Ser padre y ser docente, obliga a cultivar la dignidad, el equilibrio emocional y físico, la práctica de la disciplina y en general a cultivar una vida armoniosa en sabiduría y felicidad. Pero, ¿qué pasa cuando ello no sucede así? Se genera el descontrol, la falta de respeto, los problemas emocionales, la falta de sentido a la vida.Cada uno de nosotros nos vemos entre estos dos extremos: el de actuar bien o el actuar negativamente. Si bien hacemos las cosas pensando en lo mejor para nuestros hijos, sucede que en medio de ello, existe también algo de inapropiado, puesto que en algún momento, seguramente estaremos renegando o quizás corrigiendo pero de manera inadecuada, sin ningún provecho positivo; y quizás sea más bien, negativo. Es cuando no se actúa cauta y sabiamente.No todo es color que nos agrade. Existe momento para todo. Existe la tristeza al igual que la alegría. Existe lo bueno y lo malo. Se aprende de todo ello. Está en nuestra vida diaria, en nuestros pensamientos y en nuestras acciones; solo queda saberlas aprovechar en beneficio de lo justo y provechoso.Con todo esto, quiero llegar a argumentar que como padre y como docente, al igual que todos, deseo la mejor formación y el mejor desarrollo para mis hijos, para los niños y niñas; verlos superar los obstáculos, convertirse en hombres de bien, llenos de felicidad, con abundante paz y equilibrio, actuando con inteligencia y sabiduría, ayudando a los demás, sembrando y cosechando buenos frutos, haciendo de sus existencias una existencia plena, gozosa, próspera, productiva, abundante y satisfecha.Si en verdad todos deseamos eso para nuestros hijos y los que son nuestros estudiantes en nuestra labor de docentes, y en verdad hacemos que se convierta en realidad, cuan dichosos somos como padres y docentes.Si se hace realidad con todos los hijos del mundo, todos los niños y niñas, el mundo sería distinto. El mundo sería, sin lugar a dudas, un paraíso maravilloso.Pero, ¿qué está impidiendo a que en verdad, en todo lugar, sea así? Pues creo, y ya lo escuché decir a muchos sabios, que el vacío está en la familia.
¿Cómo está la familia en la actualidad?
Están que piden AUXILIO.
La familia está en agonía.
Salvémosla, está que pide auxilio.
Necesita salir de su delirio,
Curarse, de todo el mal que lo aqueja.
El padre se aleja.
La madre se descuida.
Los hijos se pelean.
La casa es un desorden.
Los problemas se incrementan.
Se hieren, se lastiman, se destruyen.
Y no hay abrazo, no hay beso, no hay alegría.
Muere la familia en desamor.
El hogar arde en llamas del rencor.
Se incendia con palabras ofensivas.
Cada quien por su lado,al no poder ya comprenderse.
Ninguno está dispuesto a esforzarse
A sacrificar ciertas cosas para el bien del hogar.
Si es que uno de ellos lo hace
pronto se desmoraliza, al no encontrar apoyo.
Necesita auxilio del hogar.Es urgente, de inmediato;
Pues esta familia está que agoniza
Y no le queda ya mucho tiempo.
Uno de ellos ya se quiere ir, 
el otro prefiere ya morir.
Ellos ya no saben comportarse
como una verdadera familia.
Sufren, todos sufren.
Desde el más pequeño, al más grande.
A veces gritan, a veces lloran
Desaparece la alegría.
Es necesario auxiliar a la familia.
Salvarla de esta crisis en la que se encuentra.
Ella busca auxilio, quiere ser auxiliada
pero no encuentra respuesta adecuada a su problema.
Auxilio.
Vengan a rescatar a la familia.
Caso contrario, 
tendremos una sociedad en ruinas.
¿No es acaso, la familia, el núcleo de la sociedad?
Para que esta sociedad mejore
se tiene que invertir en la familia.
El estado tiene que preocuparse por la familia.
La familia tiene que volver a ser feliz.
Auxilio, auxilio, auxilio.
En la familia de los pobres.
En la familia de los ricos.
En las familias del mundo.
Ver esposos felices.
Ver hijos llenos de dicha.
Ver familias unidas.
Ver abundancia de amor.
Ver que todos se respetan y se cuidan.
Ver prosperidad en la familia.
Ver que cumplen con sus responsabilidades alegremente.
Que se corrigen y se enmiendan
Que se ayudan y practican valores.
Que son optimistas y sinceros.
Que sirven y empatizan con los demás.
Que progresan en el bien y la sabiduría.
Que hacen del mundo, un mundo mejor
Es mi deseo, pues, la educación parte de la familia.
La educación se inicia en la familia, se complementa en las Instituciones Educativas y se refuerza en la sociedad. No obstante, esto no es así. La familia deja de cumplir con su función de educar y la sociedad no refuerza lo positivo, en cabio, refuerza lo negativo.¿Cómo está nuestra familia?Si en verdad todos deseamos lo mejor para nuestros hijos, y en verdad hacemos que se convierta en realidad, cuan dichosos estaríamosSi se hace realidad con todos los hijos del mundo, con todos los niños y niñas, el mundo sería distinto. El mundo sería, sin lugar a dudas, un paraíso maravilloso.

Jose Luis Arista Tejada

https://estoy-aqui-para-decirte-si-se-puede.webnode.pe/fechas-de-la-gira/

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