“La gente positiva es la que se cae, se levanta, se sacude, se cura los raspones, le sonríe a la vida y dice: ¡ahí voy de nuevo!”
Esta es la historia de un joven que nació en el distrito de Inguilpata, Provincia de luya, Región Amazonas. Un joven que creció albergando en él muchos sueños y aspiraciones.
Hijo, de padres agricultores, quienes le brindaron humildemente, todo cuanto estuvo a su alcance.
Este joven es el noveno de trece hermanos y tuvo como ejemplo e inspiración a sus hermanos mayores, en especial a uno de ellos: su hermano Andrés.
Andrés, tuvo que dejar la casa, una vez culminada la secundaria para ir a buscarse un porvenir mejor. De esta manera, con el aliento de su padre y el cariño y los mejores deseos de su madre, partió a buscar trabajo en la ciudad y allí, con su esfuerzo, perseverancia y sus deseos de ser un profesional, logró estudiar pedagogía, al mismo tiempo que trabajaba para costear sus estudios; obteniendo finalmente el Título de Profesor en la especialidad de Historia y Geografía.
Con título en mano, Andrés, regresó a casa y con la bendición de Dios, tuvo la oportunidad de poder iniciar su labor como profesor en el mismo pueblo desde donde había salido, de tal forma que, encontró a sus hermanos menores, estudiando aún en la secundaria, por lo que llegó a ser el profesor de ellos.
Andrés, como hermano mayor y ahora como profesor, tuvo entonces como alumno a sus hermanos menores, pero uno de ellos se mostraba bastante tímido y desmotivado en ese entonces, hasta que Andrés se convirtió en su guía y fuente de inspiración. Fue él quien le motivó y le incentivó a ser mejor cada día, a no darse por vencido, y lo hizo mediante la práctica de uno de los deportes: el atletismo; correr y correr hasta llegar a la meta.
Andrés, despertaba a su hermano muy de madrugada, para ir a correr.
Con ello, este joven, llegó a ser campeón provincial y regional en atletismo, representando a su colegio y Región en los juegos escolares nacionales en 5 mil metros planos, gracias a los entrenamiento que le brindó su hermano, el Profesor Andrés.
Con todo ello, su autoestima se fue fortaleciendo, llegando a sintirse importante. Comenzó a proponerse metas y alcanzarlas. Perseverar en las cosas positivas sin darse por vencido.
El atletismo se convirtió en su auto sugestión: “corre y no te detengas hasta llegar a la meta”. “Cada día corre unos metros más”, “ponte una nueva meta de llegada”; y, cada vez que corría y quería quedarse atrás, en esta y otras actividades, se repetía para sí mismo: “Retroceder, nunca rendirse jamás”; “caerse está permitido pero levantarse es obligatorio”; de tal forma que se propuso metas en la vida, como el demostrar a uno de sus maestros que él sí podía. En alguna ocasión le habían dicho que era un inútil y que la gran mayoría de los estudiantes de la zona rural, como él, no eran capaces de sobresalir.
En las clases de literatura, un día escuchó a su profesor decir que no había autores o escritores que sean nacidos en ese lugar, por lo que, éste joven, se dijo así mismo que él sí sería capaz de escribir libros y publicarlo, lo cual, así lo hizo años mas adelante.
Pasado el tiempo, el joven terminó la secundaria.
Con el apoyo de sus padres y de su hermano Andrés partió de casa, para ir también a la ciudad a estudiar, y se decidió por la pedagogía. Con mucho esfuerzo, sacrificios, alegrías, tristezas y logros, se graduó como profesor de Educación Primaria.
Ahora, el hermano menor del Profesor Andrés, se convertía en su colega.
Y el hermano menor, el colega, el que dijo que iba demostrar que sí podía, soy yo.
Ya con el título en mano, pasé tres años sin trabajo. Las condiciones labores no estaban a favor de los que recién culminábamos nuestros estudios de pedagogía y tuve que realizar una serie de actividades para sobrevivir. Pero mis sueños y metas nunca se marchitaron, por lo que cada día perseveraba en lo que anhelaba. Una frase que recuerdo de aquellas épocas es: El éxito es 99% transpiración y 1 % inspiración.
He publicado ya dos de mis libros y tengo otros que están en proceso de publicación:
Uno de ellos se titula: Lágrimas y alegrías del Profesor Máximo y el siguiente: Estoy aquí para decirte ¡Sí se puede!
Es el año 2008 que inicio a laborar en calidad de docente contratado por un año, en un lugar hermoso llamado Congón, de zona rural. En aquel entonces, Congón no contaba con acceso de carretera ni de servicios básicos. Para llegar tenía que caminar un tiempo aproximado de 8 horas.
El año 2009 laboro como docente contratado en el anexo de San Ramón de Pisuquia. Para llegar alli tenía que camianr 8 horas.
Ya en el 2010 labro en el anexo de Guillipcha, que cuenta con una I.E. unidocente.
El año 2011 regreso nuevamente a laborar en Congón pero ya como docente nombrado, después de un reñido concurso. Y aquí se inicia otra etapa importante en mi vida, como Profesor de educación primaria.
Congón es un pueblo pequeño, anexo del distrito de Ocumal, Provincia de Luya en la Región Amazonas, donde se cultiva el café, los plátanos, las yucas y otros productos de pan llevar. Al llegar a Congón y compartir mis días con los estudiantes y las familias, me di cuenta que, la realidad de ellos no era tan diferente a lo que fue la mía, cuando fui niño. Me encontré con niños y niñas desmotivados, con baja autoestima, con pensamientos de conformismo y negatividad sobre sí mismos y su entorno. Me di cuenta que necesitaban motivarse, inspirarse, y que alguien lo tenía que hacer. Recordé a mi hermano mayor, el Profesor Andrés, que me motivó a seguir adelante y estuvo conmigo en las buenas y en las malas, en tal sentido, me dije así mismo: ¿por qué no ser yo alguien que pueda motivar e inspirar a los niños y niñas, a los jóvenes y señoritas a ser mejores y a alcanzar sus metas?.
Surge entonces el Proyecto Educativo Escuelas Positivas con la finalidad de fortalecer la autoestima y la inteligencia emocional de mis estudiantes, de motivarles a proponerse metas y hacerlas realidad, de ser resilientes y perseverantes. Desde entonces, he venido implementando el proyecto de manera que se ha institucionalizado como una estrategia para contribuir en la mejora de los aprendizajes en la I.E.N° 18169 Congón y es ganadora de concursos de innovación a nivel provincial y regional en la región Amazonas. Así mismo ha sido reconocida por el Premio de Educación Horacio Zeballos Gámez de derrama magisterial,el FONDEP, el MINEDU y otras instancias.
El proyecto se trabaja con las siguientes acciones:
El cuaderno de la superación.
Visitas de fortalecimiento a las familias.
Talleres con toda la comunidad educativa,
En mi comunidad practico la solidaridad y la moralidad; y
Creación de material motivacional en audiovisuales.
Con todo esto, las cosas han mejorado en gran medida y como muestra de ello, quiero compartirles dos historias de superación, de los muchos que tenemos para compartir, como producto del Proyecto: es el caso de un estudiante de mi aula, que actualmente curso el sexto grado de primaria:
Llerson fue un niño muy tímido, cohibido, con muy baja autoestima. El más callado del salón y el que no salía al recreo si es que no se lo tomaba de la mano y se le invitaba a salir y jugar con nosotros y sus compañeros; aun así no lo quería hacer.
Con el trascurso de los días y con la implementación del cuaderno de la superación en el que todos los días, los padres, los niños y docentes escribimos mensajes de aliento y superación para auto motivarnos y auto superarnos; con el cuaderno de la superación, Llersi se ha convertido en el mejor de los niños, ha cambiado mucho su forma de ser y su meta ahora es: ser escritor, y con Escuelas Positivas, estoy seguro que superará a su profesor. Es ahora el más alegre, el más optimista, el más participativo y el que mejores historias, frases, poemas y mensajes de superación escribe, producto de su inspiración y creatividad.
Por otro lado, con el cuaderno de la superación y las visitas de fortalecimiento a las familias, contarles la historia de una familia, que era disfuncional, cada uno de sus integrantes se las arreglaba como podían para sobrevivir, siendo los más afectados, los hijos. Con el acompañamiento que se les brinda, han cambiado sus actitudes negativas que no les permitían estar bien, por actitudes de crecimiento, de superación, de bienestar; y hace unos días atrás, se premió a la historia real de superación en familia con Escuelas Positivas, siendo ellos, los ganadores.
Así mismo, con Escuelas Positivas se promueve el bien Común, la solidaridad, la empatía, la buena convivencia.
Como vemos, nosotros los maestros podemos cambiar vidas, podemos inspirar a nuestros estudiantes a ser mejores, a lograr sus metas, convencidos realmente que sí se puede. Nuestro compromiso con nuestra labor es clave para mejorar la educación de nuestro país, es por ello que, ahora se está integrando a las Instituciones vecinas a la nuestra, e invitamos a todos a integrarse a: Escuelas Positivas. Nuestra propia vida, nuestra propia historia reflejada en nuestros estudiantes.
Hay tres cosas que quiero expresar para finalizar: Primero que tú eres muy especial, muy valioso; segundo que juntos vamos a lograrlo y tercero que siempre, siempre sigamos adelante a pesar de los problemas.
Te invito a ser parte Escuelas Positivas y a ser fuente de inspiración para nuestros niños y niñas, para nuestros jóvenes y señoritas.