CONGÓN
Por: José Luis Arista Tejada
Congón
es un hermoso lugar que se ha convertido en la entrada más bella del valle del
Sesuya.
Entre
sus primeros pobladores según las versiones orales de aquellas personas que
guardan en la memoria la historia de este hermoso pueblo, concluyen que llegan
a ser la familia vela. Por los años de
1930, pertenecía a la mencionada familia a quienes se les denominaba como “hacendados” de los cuales podemos mencionar a:
-Dorila
vela y Daniel Briceño.
-Hicidro
vela y José Briceño.
Existían
tres haciendas: Amia – congon - ushum.
La
parte de ushum pertenecía al señor
Saturnino Vela que se ubica en la parte baja del centro de congon, próximo al
rio congon, que posteriormente fue vendido al papá de la señora Esperanza Villacrez,
el señor Escolástico Villacrez, que a un inicio fue arrendador. Congon en
aquellas épocas pertenecía administrativamente
al pueblo de Cuichimal, estando allí la primera Escuela y las
principales autoridades.
Se
cuenta que todos los pobladores de congon
que en este entonces sumaban a 6
u 8 viviendas, tenían que hacer obligaciones a favor de Cuichimal y a toda actividad social tenían que ir allí. Con el tiempo se dieron cuenta los pobladores
de congon que la gente de Cuichimal les tenían cólera, hasta incluso los marginaban.
Esto conllevo a que los pobladores de Congon
decidieran independizarse como anexo para lo cual tuvieron que presentar
una serie de documentos acompañado de firmas.
Se
cuenta que para completar el número de firmas, el señor Lázaro Briceño,
entonces autoridad del pueblo por varios años, tuvo que hacer firmar a personas
ajenas al pueblo que venían de lugares lejanos a este y que se habían quedado
hospedados en su casa, al estar
viajando a las minas de sal en yurumarca
en la provincia de Chachapoyas, y con cuyas firmas, logró hacer realidad la
anhelada independización de congon.
Muchos
años atrás, Congon era una montaña hermosa, existiendo (leones, huanganos, venados,
monos, osos, etc).
El
camino que atraviesa el pueblo, era paso
obligado de viajeros con destino a la ciudad de luya, Chachapoyas y
otros. Estos viajeros eran procedentes de Ocalli, Providencia, Collonce, San Juan
y de todos los caseríos que se ubican
por este lado de la provincia de Luya.
Las viviendas eran construidas con horcones y
cerrados con quincha (es decir: con pilares de madera y paredes de carrizo cubierto
con barro) , utilizaban la paja o la broza para el techo de la casa, con tan solo una o dos habitaciones en
la cual vivía toda la familia.
Posteriormente
las casas se fueron haciendo de paredes de tapial y techo de calamina en su mayoría. Se observan dos o tres viviendas con techos
de teja, las mismas que han sido traídos
hace cincuenta años atrás desde la localidad de Inguilpata. Una de las casas,
con techo de teja, pertenece a Pedro Briceño Guevara.
Así
mismo, en Congón existe una casa hospedaje, que a lo lejos se divisa con su
techo de techa y sus hermosos balcones, que recibe muy amablemente a los turistas, con sus propietarios el señor
Armando Cruz Torres y la señora Dora Briceño Guevara.
Además
las viviendas son de dos pisos, con
vistosos balcones, siendo el segundo piso entablado con madera de la
zona y de esta manera cuentan con disponibles habitaciones para cada
integrante de la familia.
Se
dice que le llaman a esta bella parte del valle del Sesuya, con el nombre de
congon, porque al ser la entrada al temple, se encuentra en su principal
camino, la primera conga que viene a ser
una especie de cántaro donde el camino se ensancha y termina en forma de embudo y que precisamente se
ubica en esta parte del pueblo. El
camino en mención era el más transitado, como ya lo comentamos líneas más
arriba. Por aquellos años era la única forma de podernos trasladar, haciendo
uso de mulos y caballos en cuyos lomos se trasladaban productos de la zona
como: plátanos, yucas, café, chancaca, naranjas, limones, paltas entre otros.
Las personas iban y venían; algunos para llevar productos del temple al
cambiarlos con los que traía. Otros que viajaban con intenciones de superarse
en la costa o seguir estudios en Luya, Chachapoyas, Chiclayo, Lima.
Hasta
hace algunos años atrás, la gente sufría mucho en estos trajines del viaje,
pues no existían las comodidades que existen actualmente. Cuando, llovía se
tenían que tapar con cueros de ganado,
sus calzados eran elaborados de cuero de ganado, que cuando llovía se hacía tan
blando que se encogía. Cuando soleaba
demasiado, se volvía muy duro y áspero que causaba heridas en los pies.
Los varones se vestían con pantalones de lana y
las mujeres usaban polleras grandes con centro de color rosado.
Sus
alimentos lo servían en mates, pates y platos de madera, llevados a la boca con
cucharas de palo. Molían el ají, la chochoca, el azafrán en batanes y no
consumían el arroz, producto que actualmente
es común en todos los lugares del país.
Las
comidas favoritas eran:
El
tacacho con chaucha verde, los locritos de chochoca, los locritos de yuca
picada (shirumbe) en el que no faltaba la vaca vieja , es decir el frejol de
tres o cuatro años que se guardaba en los altos de las casas, pues había en aquel entonces, sobreproducción de
este grano.
La
sal era traída de la mina de Yurumarca, en piedras. Se cuenta que desde
Cajamarca venia la gente y pasaban por Congon con dirección a la mina
de sal.
Para
pesar o medir las cantidades, en congón
se utilizaba la romana de palo
que en la actualidad se conserva un
ejemplar para muestra o el huarco mate.
En
sus primeros años, en congon se producía
en regulares cantidades la caña de azúcar, con el cual se elaboraba la
chancaca. En su mayoría, la población se dedicaba a la producción del
dulce como lo llaman los niños. Para
ello era necesario contar con peroles de cobre, trapiches de palo, yuntas de
ganado, trapicheros, arrieros, paileros y cocineras.
Para
poder realizar esta actividad de la molienda tenían que estar inscritos y pagaban
la inscripción del trapiche en Lamud, de cuya oficina venia un empleado a
verificar la inscripción, caso contrario sellaban el trapiche y no podían hacer
uso de él.
Los
primeros trapiches de palo se hacían en Cuichimal, por el señor francisco Portocarrero
como también en Chuquimal.
El
producto era muy apreciado en aquel entonces por no existir todavía el azúcar; de tal forma que, la única forma de endulzar
el café, el té de yerbas (o llamado ampe) y otras bebidas calientes, era con la
chancaca. 8 unidades constituían un tongo y la unidad se denominaba una tapa de dulce. De la caña
también elaboraban el aguardiente, principal bebida de la zona.
También era requerida este producto (la
chancaca) por personas que venían de Longuita, Choctamal, María, Colcamar,
Cohechan con quienes se hacia el trueque con granos tales como: Frejol, trigo, chochoca. Otros productos como: papa y con
tejidos: ponchos, polleras, alforjas, alfombras.
La
caña comienza a desaparecer a causa de una
plaga cuyo gusano se introducía en
el tallo, haciendo que la caña se seque como leña, siendo este el motivo que se
dejó de cultivar para pasar al sembrío del café, producto que actualmente viene
a ser el principal recurso económico de la población cuya cosecha se efectúa entre los meses de mayo a agosto.
Aproximadamente
en el año 1965 se gestionó la creación
de la escuela primaria siendo el primer
profesor – Director Víctor Villacrez Aguilar
quien laboro por espacio de 7 años y fue acogido por los esposos: Lorenzo Guevara Meléndez y María
Gomes Chuecha, quienes le brindaban la pensión y lo alojaban en su casa.
La
escuelita comenzó a funcionar en la vivienda del señor José Trujillo, quien
posteriormente vendió este inmueble al
señor Octavio Mestanza. En esta vivienda funcionó por espacio de 2 a 3 años
para seguidamente, una vez adquirido el terreno actual, se construyó el local
de la Institución Educativa primaria Nº18169.
El
terreno en la cual se construyó la escuela, fue adquirido del señor Julio Alva comprado y pagado por el Consejo Distrital de
Ocumal, siendo alcalde el señor Daniel Olascuaga, y juez de paz el señor
Otoniel Olascoaga para posteriormente donarle
al estado para la construcción del local escolar.
Fueron autoridades
del anexo en aquel entonces don Cesar Ramos López en su condición de Teniente Gobernador
y el señor Lázaro Briceño Mestanza en su condición de Agente Municipal. El área
del terreno adquirido fue de 900
m2 como sigue
siendo actualmente.
El
primer local escolar fue construido por don José Trujillo, principal maestro
albañil de aquel tiempo, construyéndose por obligación, es decir con mano de
obra de la población, construyéndose 2
aulas y un ambiente para la Dirección.
Entre
las personas de la primera promoción egresada de la I.E.P.Nº 18169 son: Zoila
Guevara, Federico Mendoza, Alberto Guevara. Entre las personas de la tercera
promoción podemos mencionar a: Wilfredo Guimac, Alberto Mendoza, Antonio
Trujillo.
A
sus inicios la escuela fue
unidocente y asistían en horario
discontinuo: mañana y tarde. Antes que
se cree la escuela primaria aquí en Congòn los niños y niñas asistían a la
escuela de Cuichimal.
En
aquel entonces existía exigencia tanto a los niños como a los padres, cada
quince días los padres tenían que venir a preguntar cómo están avanzando sus
hijos y todos obedecían a las citaciones,
obligaciones, colaboraciones. Eran más ordenados y había mucho más respeto a los
profesores, autoridades y personas mayores.
Todos los años recibían a los profesores con
fiesta, reunidos y alegres. Los padres y madres apoyaban en toda actividad
programada.
El
profesor en aquel entonces hacia que cada niño y niña lleve una varilla de café
o angusacha, pues primaba el castigo con el lema “con sangre entra la letra”.
Si
un alumno no sabía la lección recibía castigo: tenían los libros pepe y lola, Carlitos,
mi amigo Leal, Llama la vicuña.
Desde
1980 que viene la reforma educativa con
el presidente Belaunde, cambió la educación,
prohibiendo el castigo, trayendo como consecuencia, según la opinión de
los adultos, la falta de respeto, padres irresponsables y demás cosas
desordenadas. Deja de haber disciplina y el ser estrictos en el cumplimiento de las
sanciones.
Se
recuerda con agrado entre todos los profesores a Jesús Coronado, Zoila Maslucan
Guivin y aquel que recuerdan entre sonrisas y burlas es Medardo Cubas Campojo.
Muchos
años atrás, las noticias llegaban pasado de tiempo ya que no existía ningún
tipo de medio de comunicación que sea instantáneo, excepto los que tenían
radio que era grande y solo lo tenían personas
conocidas; pero que en congon no existía.
Se
recuerda entonces a la persona que trabajaba para el correo, que recorría esta
parte de Amazonas. Con su caballo se trasladaba llevando consigo las cartas
para hacerlas llegar a su destino. Luego llegó el telegrama que funcionó
poco tiempo en la casa del señor Cenas Guevara y la señora Wilma Chacón.
En
el año 2008 se instala el teléfono gilat que ha venido facilitando la comunicación a distintas
partes del país.
Las fiestas familiares de antaño se realizaban
aquí en congon con instrumentos como: gaitas, antaras, violín , tambor,
triangulo, maracas, acordeón.
Tenemos
así al señor Benjamín Mendoza el papá del señor Gerardo Mendoza como el violinista y don Avelino Mestanza
como tamborero.
La
televisión con batería tiene su inicio aquí en Congón en el año 2000 y con
fluido eléctrico el año 2008.
La fiesta patronal se inicia en el año 2007 en
devoción a los santos Pedro y Pablo. Ante esta celebración se recuerda y se
comenta, de acuerdo a lo vivido estos últimos años, que en antaño existía unión
para celebrar las festividades, lo que actualmente no se da. Es así que, muchos
años atrás, se celebraba junto a los mayordomos, presentando vistosos votos y
potajes.
Existe
un templo católico como también, evangélico en las que, los pobladores asisten
a rendir culto a Dios.
La
iglesia católica tuvo su templo en un lugar distinto al de ahora y por
ampliarlo lo construyeron en el lugar actual, para de esta manera congregar a
mayor número de personas que buscan a Dios.
Desde el antaño las mujeres de Congón han
elaborado diversos tejidos tanto a palos como el de croché. Antes hilaban la
lana de oveja y lo teñían con la pepa
del nogal y otros tintes naturales, con las cuales confeccionaban mantas y
ponchos, alforjas, paño manos, y actualmente
alfombras, colchas,etc.
Mucho más antes no había cementerio en congon
por lo que llevaban a sus muertos a
Decia, lugar que se ubica en la
localidad de Chuquimal y actualmente
cuenta con ello pero requiere mejoramiento.
El
turismo es una actividad importante que da vida, presencia, lujo y valor a Congón,
desde hace 20 años atrás, siendo los primeros en acoger a los turistas la
familia Cruz Torres. En estos últimos tiempos existe casa hospedaje que brinda
un buen servicio al turista.
Los
turistas vienen a través de agencias de turismo, entre ellas, la que pertenece al
señor Carlos Burga, cuya sede se ubica en la ciudad de Chachapoyas. Los
turistas desean buen trato, que seamos honestos y decir la verdad. Algunos de
ellos les encanta las aves, a otros las construcciones antiguas, las flores,
la naturaleza, el paisaje. A ellos les
gusta lo natural.
La
ruta que siguen desde Chachapoyas es: Karajia, pueblo de los muertos y Huaylla Belén.
De Huaylla Belén, la escalera, Pirquilla y Congon. De congon van hacia Lanche, yumal, Choctamal. De choctamal a Kuelap y de regreso a Chachapoyas. A los turistas les encanta el
café amargo, pura esencia.
A
Congón le hace falta un puesto de salud, una casa comunal, desagüe, parque
infantil, biblioteca y otros servicios que es una necesidad.
Con
la llegada de la carretera hacia Congón y su paso hacia Collonce, Ocallí, Providencia
ha permitido el avance de nuestros pueblos de este hermoso Distrito de Ocumal. Ahora,
los pobladores pueden viajar a Luya, Chachapoyas y otros lugares en unas
cuantas horas, mientras que antiguamente lo hacían en dos o tres e incluso
cuatro día de camino.
El
poblador de Congón, tiene múltiples habilidades e infinidad de sueños y
esperanzas para salir adelante, pues es capaz de vencer todos los obstáculos
como siempre lo ha hecho. Lo ha demostrado cuando tuvo que desaparecer el
cultivo de la caña de azúcar para dedicarse al café y ahora con la plaga de la
Roya que afecta a las fincas, seguir luchando, demostrando su valentía y
perseverancia. En esta oportunidad, es un reto más, el de salir adelante, con
la frente en alto y con la dignidad de hombre valiente y generoso.
He
encontrado aquí a la gente más hermosa, la que puede dar, servir, ayudar. La
que de verdad se esfuerza en ser mejor; por ello les dedico el siguiente poema.
MI PUEBLO:
Mi
pueblo tiene hijos grandes y pequeños.
Tiene
hijos capaces ya de defender su dignidad.
No
esta abandonada y de estarlo, es hora ya
que
estos hijos suyos, la rescaten, que vayan donde está ella
y
la levanten en brazos y la prosperen. La hagan brillar.
Mi
pueblo tiene que ser liberado del fracaso.
Recuperar
su hermosura que tanto la ha marchitado.
Es
nuestro pueblo al que tanto hemos amado
y
al que tenemos que darle nuestra vida.
Darle
a nuestro pueblo la oportunidad de progresar,
de
respirar nuevo aire, descontaminarlo para que se vea limpia.
Permitirle
a nuestro pueblo que vuelva a vivir;
a
vivir, con gallardía, dignidad, valentía, sabiduría.
Es
mi pueblo y por ello me daré completo
para
llevarla cargada hasta la cima
donde
puedan verla todos
ya
no entristecida y enferma, si no alegre y saludable.
Hoy
he querido pensar que soy un buen hijo de mi pueblo.
Pensar
que puedo hacer mucho por ella.
Pensar
que todos nos podemos unir, para sacarla adelante.
JOSE LUIS ARISTA TEJADA
No hay comentarios:
Publicar un comentario