“Latidos de Esperanza”
Introducción
En tiempos
en los que el ruido exterior amenaza con silenciar nuestras emociones más
íntimas, la poesía vuelve a ser un refugio, una trinchera, una voz esencial.
El poemario Latidos de Esperanza de José Luis Arista Tejada es
justamente eso: un eco de lo humano, un manifiesto lírico que no teme mostrarse
frágil, contradictorio, luminoso y desgarrador al mismo tiempo. Es una obra que
late en cada página, con el ritmo sincopado de quien ha amado, luchado, caído y
decidido volver a levantarse con el corazón como bandera.
I. La poética de la autenticidad
Arista
Tejada no recurre a máscaras. Su voz poética emerge de un yo lírico
transparente, directo y valiente, que no oculta sus contradicciones. La
autenticidad es el núcleo de su propuesta: el poeta se desviste de
convencionalismos para hablarnos desde el alma, no como un espectador del dolor
o la esperanza, sino como protagonista de ambos.
Poemas como “Todo
se puede”, “Tengo fe” o “Vivo satisfecho” nos recuerdan que la
poesía es también una forma de resiliencia. No se trata de idealismos
vacíos, sino de la construcción consciente de una vida digna desde el barro,
desde los errores y desde la voluntad de ser mejor.
II. El yo lírico: espejo del lector contemporáneo
El sujeto
poético en este libro no es un ente abstracto. Es un ser humano real que se
autoevalúa, se recrimina, se perdona, se celebra, se interroga. En poemas
como “¿A quién he de olvidar?”, “Engañarme una vez más, ya no” o “Siendo
yo lo que no soy ¿quién soy entonces?”, el poeta no sólo hace introspección,
sino que invita al lector a acompañarlo en ese proceso reflexivo.
Este recurso
convierte a Latidos de Esperanza en una obra profundamente empática.
Cada verso parece querer decirnos: “yo también he sentido lo que tú sientes”.
Hay una universalidad emocional que traspasa lo biográfico y se vuelve
colectivo.
III. Un testimonio emocional y filosófico
Más que una
serie de poemas, esta obra es un testimonio vital. La poesía de Arista
Tejada es un recorrido por los grandes temas existenciales: la fe, la lucha interior,
el fracaso, el amor, la muerte, la dignidad humana. Pero estos no son tratados
abstractos; son vivencias condensadas en imágenes sencillas, accesibles,
honestas.
Su tono es
confesional, pero jamás autocomplaciente. En su lugar, se ofrece al lector como
espejo, consuelo y confrontación. Poemas como “La velocidad de la vida”
o “La vida consigue hacernos llorar” revelan un pensamiento profundo y
crítico sobre la condición humana, la sociedad actual y los dilemas de la
existencia.
IV. Estética de lo cotidiano: belleza sin engaños.
El lenguaje
poético de Latidos de Esperanza no pretende ser rebuscado ni críptico. Es
una poesía que nace del habla viva, del pensamiento directo, del corazón que
escribe como si hablara. Esta decisión estilística es profundamente
política: en tiempos de distanciamiento emocional, escribir con sencillez es
tender un puente, no una barrera.
Y sin
embargo, la sencillez no es sinónimo de superficialidad. La profundidad está en
el contenido, en las verdades que, como puñales o caricias, se deslizan en
frases tan memorables como:
·
“Tengo vida para poder hacer grandes, valiosas y
honorables obras.”
·
“No olvido a ninguno, y si alguno se ha olvidado de
mí, no soy yo el que reclama, es mi corazón el que los ama.”
·
“Déjenme seguir con mis batallas, que si gano o
pierdo, ya no importa.”
Estas
líneas, por su carga emocional y filosófica, resuenan mucho después de
cerrar el libro.
V. Una ética poética de la esperanza
Finalmente, Latidos
de Esperanza es una obra con una profunda carga ética. No es una
poesía que se limita a describir la realidad, sino que busca transformarla
desde la raíz: desde el corazón de quien lee. José Luis Arista Tejada nos
recuerda que la poesía no ha muerto ni ha perdido su función social. Al
contrario, cuando todo se desmorona, la palabra poética puede ser
cimiento, bálsamo y brújula.
El título no
es un adorno. “Latidos de esperanza” es una declaración de intenciones. Este
libro es un faro encendido en medio del naufragio, una prueba de que aún hay
palabras capaces de darnos sentido, y que el acto de escribir —como el de
vivir— es una forma sagrada de resistir.
Conclusión
Latidos de
Esperanza es, en definitiva, una obra que honra a la poesía
como vehículo de transformación personal y colectiva. José Luis Arista Tejada
se consagra aquí no solo como poeta, sino como un sembrador de humanidad en
tierra herida. Leerlo es recordar que aún queda alma, aún queda voz, aún
queda corazón.
Y que,
mientras haya quien escriba con la sangre tibia del alma, la esperanza
seguirá latiendo.
Por: Corazones que laten sin rendirse.
Contraportada
"Latidos
de Esperanza" no es solo un libro de poemas; es una travesía emocional y
existencial que pulsa con la vida misma. Cada verso es un eco del alma de su
autor, José Luis Arista Tejada, educador, pensador y poeta que ha hecho de la
palabra una herramienta de transformación.
Desde la
profundidad del dolor hasta la plenitud del amor, desde la caída hasta la
superación, este libro abraza las contradicciones humanas y las convierte en
poesía. Con una voz honesta, sencilla y a la vez poderosa, el autor nos invita
a reconocer nuestras propias batallas, reconciliarnos con nuestras heridas y
creer que siempre —a pesar de todo— se puede volver a empezar.
José Luis
Arista Tejada es un educador peruano con amplia trayectoria en el ámbito rural
y urbano, reconocido por su compromiso con la formación integral de niños,
jóvenes y familias. Ha sido distinguido por su labor pedagógica y humana, y es
autor de obras como: Lágrimas y alegrías del Profesor Máximo, Estoy aquí para
decirte: ¡Sí se puede!, "Escuelas Positivas", y promotor de proyectos
que unen literatura, emoción y educación.
En este poemario,
José Luis se despoja del rol de maestro para ser simplemente humano: un corazón
que late, sueña, lucha y sigue creyendo en la esperanza como posibilidad.
"Que
este libro no se lea con los ojos, sino con el alma."
Ese es el
mayor deseo del autor. Y tú, lector, estás a punto de comprobar por qué.
JOSE LUIS
ARISTA TEJADA
José Luis
Arista Tejada (Inguilpata, Luya, Perú, 1983) es maestro, escritor y promotor de
una educación centrada en el bienestar humano y el desarrollo integral. A lo
largo de dos décadas, trabaja en zonas rurales y urbanas de la región Amazonas,
dejando una huella imborrable en sus estudiantes, colegas y comunidades como
Director y profesor de Educación Primaria.
Magíster en
Administración de la Educación, ha sido distinguido con diversos
reconocimientos como las Palmas Magisteriales, Maestro que Deja Huella, Maestro
del Bicentenario, Maestro Amazonas y es autor de propuestas innovadoras como
Escuelas Positivas, Escritores de Sueños, Esperanza y Superación, Leer para trascender
e inspirar, etc.
“Latidos de
Esperanza” reúne su expresión más íntima y humana. No desde la cátedra ni el
estrado, sino desde su rincón más vulnerable: el corazón. Cada poema es el
reflejo de su camino como ser humano que siente, lucha, se equivoca y vuelve a
levantarse.
Con este
poemario, José Luis se revela no solo como maestro de aula, sino como maestro
del alma, aquel que transforma cada vivencia —por más dolorosa o luminosa— en
una enseñanza para vivir con propósito, fe y esperanza.
ÍNDICE
TEMÁTICO
I. Renacer
Interior
1. Me porto bien, me porto mal
2. Autoevaluarnos
3. Engañarme una vez más… ya no
4. Luchar
5. Desde aquí yo miro
6. Tengo fe
7. Todo se acaba
8. La velocidad de la vida
II. La
Fuerza del Espíritu
9. Todo se
puede
10. Adelante
11. Sí puedo
12. Vivo
satisfecho
13. La vida
consigue hacernos llorar
14. Por
estos días
III. Amor,
Perdón y Corazón
15. Mi
corazón está en casa, qué feliz soy
16. ¿A quién
he de olvidar?
17. Tengo fe
IV. Caminar
con Sentido
18. Luchar
19. Desde
aquí yo miro
20. Vivo
satisfecho
21. Todo se
puede
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