Latidos de esperanza es un
poemario que nace de mi experiencia como ser humano y como profesor de educación
primaria que busca llegar a los demás desde la escritura. Cada poema es un
puente entre lo que siento y lo que muchos también sienten: esperanza, lucha y
superación.”
Este libro recoge instantes de
mi vida, de mi pueblo, de la escuela y de cada corazón que late con ganas de
trascender. Hoy quiero compartir no solo versos, sino también un camino de
búsqueda y de esperanza.”
La
esperanza es más que una palabra: es una fuerza interior que nos
impulsa a seguir adelante aun cuando el camino parece difícil.
·
Desde lo humano:
“La esperanza es esa certeza en el corazón de que, aunque hoy tengamos
problemas, mañana puede ser mejor. Es la luz que nos sostiene en medio de la
oscuridad.”
·
Desde lo filosófico:
“La esperanza es la confianza en que la vida siempre guarda un motivo para
levantarnos, un nuevo amanecer, una oportunidad para transformar lo que hoy
parece imposible.”
·
Desde lo poético:
“La esperanza es un susurro que nos dice: ‘no te rindas, lo mejor aún está por
venir’. Es la semilla que florece incluso en la tierra más árida.”
Cada poema es una invitación a creer en
la vida, en uno mismo y en los demás.
“La esperanza es la luz que
nos levanta cada día, el impulso que nos recuerda que siempre es posible
empezar de nuevo.”
"Un libro no cambia el
mundo… pero puede encender el corazón de quien sí lo hará."
Nada detiene a quien tiene
esperanza.”
La esperanza no es solo esperar...
es seguir latiendo fuerte a pesar de todo.
¿Cuántas veces nos hemos sentido solos, frágiles,
vencidos?
Pero también, ¡cuántas veces nos hemos vuelto a levantar con un suspiro, con
una palabra de aliento, con una mirada que nos dijo: sigue, aún puedes!
Por eso escribí Latidos de Esperanza.
Porque sé —y estoy convencido— que cuando todo
parece desmoronarse, cuando el alma se queda en silencio, lo único que queda
latiendo es la esperanza.
Tu dolor puede ser una obra.
Tu historia, una medicina.
Tu verdad, un faro para alguien que hoy está en la
oscuridad.
No escribas para impresionar, escribe para liberar.
No vivas para agradar, vive para iluminar.
Y no ames por miedo a la soledad, ama porque el amor es lo único que deja
huella.
Hoy, como
educador y como ser humano, les digo:
No se rindan jamás.
Escriban, amen, sanen, y sobre todo... compartan.
ü Abrazar sin miedo.
ü Decir "te quiero" sin
vergüenza.
ü Escuchar al que tienes al lado.
ü Dar lo que tienes, aunque creas
que es poco.
ü Aceptar lo que otros te ofrecen,
aunque venga en silencio.

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