LA VIDA ES EL
MEJOR MAESTRO, LO TOMAS O LO DEJAS.
Jose Luis Arista Tejada
En las últimas semanas, he visto, escuchado y leído de
todo con respecto a las próximas elecciones municipales y regionales.
Ante este acontecimiento importante que se avecina, he
llegado a concluir que “El tiempo y la vida son los mejores maestros que nos
indican de cómo estamos actuando como sociedad”. Nos van enseñando muchas cosas
y si aprendemos la lección podemos avanzar, de lo contrario, retrocedemos sin
aprender nada de ella.
¿Qué hemos aprendido en estos últimos años, con respecto
a saber elegir bien a nuestras autoridades?
Las personas de antaño, siempre decían a sus hijos: “Si
aprendes las lecciones de la vida, te irá bien”, si no, siempre tendrás
sorpresas desagradables en la misma situación.
¿Cómo sabemos entonces, que hemos aprendido las lecciones
de la vida?
La vida no nos enseña hablando o disertando. La vida no
te habla vez tras vez sobre la misma cosa para que entiendas; es mucho más objetiva, te muestra los
resultados. Con cada problema o con cada logro te va diciendo, despierta, hay
algo que quiero que aprendas de esto.
Por tanto, cabe preguntarnos: ¿estamos alertas para
aprender de lo que vamos viviendo diariamente? ¿Hemos aprendido a elegir bien a
nuestras autoridades?
¿No nos ha enseñado ya la vida que de nuestra elección
depende mucho el progreso o atraso de nuestro pueblo?
Somos ya experimentados, expertos, duchos en sufrir las
consecuencias de no aprender las lecciones de la vida, cuando debería ser al
contrario, el de ser duchos en elegir bien y disfrutar de las cosas buenas que
de esa excelente decisión, se consigue como frutos.
Sin bien, otorgamos a terceras personas la oportunidad de
tener el poder, deberían corresponder de igual manera a toda la población, sin
excepción. Pero como bien dijo alguien: “La vaca se olvida de cuando fue
ternera”.
Yo siempre me pregunto ¿Por qué alguien que quiere ser
autoridad tiene que gastar tanto con el fin de convencer que él o ella es la
mejor opción? ¿Cuántos miles? ¿Cuántos millones?
Si quiero servir a mi pueblo ¿No debería ser al
contrario?
He aprendido de la vida muchas cosas que edifican la
existencia; obviamente que la vida nos exige esfuerzo, perseverancia, dignidad,
entendimiento, responsabilidad y siempre te está diciendo “lo tomas o lo dejas”
ya sea en lo bueno o en lo malo, “lo tomas o lo dejas”; y el saber elegir lo
uno, dejando lo otro, te conlleva a aprender lecciones que si bien, muchas
veces son satisfactorias, muchas otras veces son también muy desagradables,
dependiendo de nuestra elección.
Es por ello que, estoy seguro que la vida, en esta
oportunidad nos está diciendo una vez más: “Lo tomas o lo dejas”, es decir,
eliges una buena autoridad u otra vez, eliges lo mismo de siempre que te ha
causado disgustos.
Frente a todo ello, de nuestra elección, muchas veces me
he preguntado tantas cosas que me falta entender del todo, es por eso que
aprovecho para preguntar lo que quiero saber:
Quiero saber, díganme ¿Cómo eliges y cómo haces para
vivir sin tener verguenza de nada?
¿Cómo eliges y cómo haces tú que robas y matas, para no
tener ni una pizca de remordimiento?
Díganme cómo. Quiero saber qué es lo que sientes cuando
eliges hacer daño a los demás y como su fuera poco, te ríes.
¿Cómo se es capaz de elegir hacer tanto mal, si nuestra
naturaleza es, poder discernir y darse cuenta que es mejor preferir el bien
antes que el mal?
Quiero saber, cómo es que eliges convivir con la
conciencia sucia, con el pensamiento corrompido, con el alma en ruina. ¿Cómo es
posible elegir vivir así?
A mi entender, sé que ello conlleva a ser miserables, a
vivir en deshonra, a estar desesperado, a actuar con perversidad y para evadir
todo remordimiento, encuentras mecanismos para bloquear la conciencia de tal
manera que nada de lo que se haga tiene límites en el bien, ni en el mal.
Díganme ¿Por qué me
mientes? ¿Por qué te aprovechas de los demás? ¿Por qué permites que siga
existiendo el sufrimiento de ese ser que esta a tu lado todos los días, si tú
puedes ayudarlo?
Díganme: díganme ustedes de este otro lado ¿Por qué nos
dejamos engañar’ ¿Por qué elegimos que nos traten así? ¿Por qué consentimos que
ellos actúen mal?
¿Por qué no aprendemos las lecciones de la vida?
Por qué, y porqué y porqué.
Nada está bien así.
¿Estás de acuerdo con que la sociedad continúe así?
Que tus hijos elijan ser corruptos. Que tus nietos elijan
ser perversos. Que tu entorno sea peligroso. Que tu pueblo conviva con el caos.
Que tu misma vida sea un desastre por no saber o por no querer elegir hacer las
cosas bien, en lo correcto, justo, digno y provechoso.
Es que elegir eso, requiere esfuerzo, valentía,
perseverancia, dignidad. Requiere de aquello que a muchos hace correr y asusta,
porque están acostumbrados a lo fácil, llevados por el ocio, la desidia, los
vicios, las malas actitudes, la corrupción.
¿No nos está enseñando la vida que, al elegir eso, la
sociedad se destruye cada vez más?
Aprendamos de las lecciones de la vida y elijamos bien.
Pues: “Si aprendes las lecciones de la vida, te irá
bien”, si no, siempre tendrás sorpresas desagradables en la misma situación”
Lo tomas o lo dejas.
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