Hay no se
puede, no se puede, hay no se puede.
Estamos ya en el tercer mes del año escolar 2018.
Quiero, en mi condición de docente, reflexionar sobre los avances y las
dificultades que se ha tenido hasta la fecha.
Marzo y abril transcurrieron a prisa. Mayo se nos va y
se nos avecina junio que de igual forma, pasara a formar parte de los días
pasados.
He escuchado decir: ¡Qué rápido pasa el tiempo! Los
días y los meses pasan tan rápido que no lo sentimos.
Qué rápido pasan las horas de la mañana en el aula,
decimos en la escuela. Me falta tiempo, no logré terminar lo planificado.
Y así continúan marchándose los días, festejando los
cumpleaños, conmemorando fechas importantes, esquivando y evitando tropiezos,
quizás desenado eternizar los momentos felices y queriendo olvidar
desavenencias y desazones.
Pasan los días, pero lo que no se puede, en educación,
es olvidar que cada día, por más rápido o lento que pase, nos espera en el aula
un niño o niña, un joven o señorita, una persona, varón o mujer, alto o chico,
para hacernos recordar cuál es nuestra misión.
No se olvida. Hay no se puede, hay no se puede, hay
olvidar a quien se quiere, dice la canción. Y yo he escuchado en la agraciada
voz de un colega, cantar esta misma canción pero con partes de la letra cambiada:
hay no se puede, hay no se puede, olvidar lo que nos hacen a los profesores en
educación.
Y no falta por ahí algún niño o niña, joven o señorita
que con inteligencia y creatividad de inmediato diga: hay no se puede, hay no
se puede, hay olvidar al profesor, hay no se puede, hay no se puede.
Y un poquito más allá, a lo escondido, también
escucharemos a algún niño o niña, joven o señorita, un tanto disconforme decir:
hay no se puede, hay no se puede soportar al profesor.
Es muy probable que todos los que estamos involucrados
en el sector educación, que dicho sea de paso, es tarea de todos, valga la
redundancia; estemos como en la canción cambiando alguna letra y digamos: hay
no se puede olvidar, hay no se puede soportar, hay no es justo, hay qué lindo,
hay qué bueno y tanto así que estemos olvidando de nuestra verdadera misión.
Ante esto, en el presente año, yo me he propuesto
cumplir con responsabilidad mis obligaciones diversas como padre, esposo,
profesional, ciudadano; demostrando ser mejor persona cada día; no obstante,
reconozco que es necesario organizarse
para no reemplazar una actividad u obligación con otra. Con ello quiero decir
que se debe respetar los horarios para cada cosa, porque si no terminas realizando
de todo, menos lo más importante y primordial.
Tengo muchos anhelos. Son variados. Son de mil colores. Son
infinitos. Son mi razón de ser. Tengo muchas ganas de hacerlos realidad,
pintarlos yo mismo, darles forma, conseguir que brillen en lo alto, que existan
por siempre.
Tengo el corazón que late más que mil corazones y tengo ahora
el deseo de expresarlo y escribirlo aquí, porque siento muy dentro de mí que lo
que realmente quiero decir, es lo que dentro de mí se esconde y lo que se
esconde dentro mío son deseos de vivir, amar, luchar, producir, ser feliz; pero
sobre todo eso, se esconde dentro mío, el deseo de ver a todos mis seres
queridos y todos los que me rodean en el mundo entero: mi escuela, mi pueblo,
mi país, mi continente, mi planeta, verlos a todos felices y muy dichosos.
Yo demuestro también mis rabietas con lo injusto, lo que no
está bien y probablemente también haya dicho: hay no se puede, hay no se puede
ya con esto.
Soy el silencio a veces. Soy el viento tranquilo y suave del
amanecer; mas, soy también viento huracanado que llega y se va tan pronto como
vino.
Soy mucho más que ello, un sol que brilla en medio de la
lluvia y el arco iris. Soy lo que yo elijo ser
y hoy he elegido escribir estas líneas para contarles que junto a mis
niños y niñas, junto a mis colegas, junto a los padres y madres yo me estoy
convenciendo a decir siempre: ¡Sí se puede! Y gracias a ello estamos logrando
avances significativos, venciendo las dificultades.
Desde la I.E.N° 18169 Congón, venimos trabajando para brindar una educación integral a nuestros niños y niñas. Lo hacemos con toda la comunidad educativa integrados en el Proyecto educativo: Club del Pensamiento Positivo en el que cada día decimmos que: "Nosotros Sí podemos". ahora cambiamos la letra de la canción y en vez de: "Hay no se puede, hay no se puede" Decimos: "Hay sí se puede, hay sí se puede" ser mejores cada día.
Desde la I.E.N° 18169 Congón, venimos trabajando para brindar una educación integral a nuestros niños y niñas. Lo hacemos con toda la comunidad educativa integrados en el Proyecto educativo: Club del Pensamiento Positivo en el que cada día decimmos que: "Nosotros Sí podemos". ahora cambiamos la letra de la canción y en vez de: "Hay no se puede, hay no se puede" Decimos: "Hay sí se puede, hay sí se puede" ser mejores cada día.
Jose Luis Arista Tejada
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