domingo, 13 de enero de 2019

Apoyo para Teresita, una niña humilde y maravillosa que necesita de noso...





“¿Cuál es la esencia de la vida? Servir a otros y hacer el bien.” Aristóteles (384 – 322 a. C.)


Hoy quiero compartir un texto escrito por Teresita, alumna de la I.E.N° 18169 Congón, integrante del Club del Pensamiento Positivo. La situación por la que esta pasando, me ha conllevado a solicitar ayuda el año pasado, por muchos medios; no obstante lo que se ha podido hacer, es aún, poco. En tal sentido, les invito a leer, el texto de Teresita, y si nos conmueve el alma, vamos a compartirlo y encontrar ayuda para ella. Les esteremos muy agradecidos. 






SOY TERESITA.
Hola, cuando tuve 3 años fui al jardín y mi profesora se llamaba Irma.
En esos años estaba aprendiendo a coger el lápiz, a pintar y otras cosas más.
Cuando estuve con mi profesora Carmen ya estaba aprendiendo más y más.
Llegó el momento de ingresar a la Primaria y lo hice así. Yo ya deseaba estar en la I.E.N° 18169 Congón porque allí estaba el Profesor José Luis. En la escuela lo fui pasando muy bien, alegre, contenta, entusiasmada y con deseos de ser mejor cada día. Cuando estuve en cuarto grado sufrí un accidente: una quemadura con agua hervida. Se derramó el agua de la tetera en mi pierna derecha.
Me llevaron a la posta médica y me dijeron que no me podían curar ahí, en Yaulicachi, que me tengo que ir al hospital de Chachapoyas. Yo con mi papá, viajamos a Chachapoyas. Cuando llegamos al hospital me llevaron a una habitación donde estaban muchas enfermeras.
Las enfermeras comenzaron a curarme y me hicieron sentar en una silla de ruedas. Me llevaron a una habitación y me pusieron en una cama. Después mi papá se fue a comprar mis cosas y a las 11 de la noche de ese día me llevaron a una recamara que era para quemaduras. Yo pensaba en ideas positivas. Mi papá gasto mucho dinero.
Cuando ya me curé un poco, me dieron de alta. Al momento de darme de alta me dieron pastillas, gasa, crema y otras medicinas para tratar mi quemadura todos los días en mi casa. Cuando llegué a mi casa me sentí contenta. Contenta porque estaba de nuevo junto a mi familia. Contenta porque podría ir a mi escuela. Este contentamiento no duró mucho porque no podía andar todavía con facilidad y tenía que estar en reposo, las heridas no estaban bien. Yo todos los días pensaba en mi Club del Pensamiento Positivo. La quemadura no mejoraba y tenía una cicatriz en toda la pierna derecha que me incomodaba.
Un día, cuando mi mamá con mi papá se fueron a cosechar café y yo me quede sola en mi casa, llegó mi cuñada y me dijo vamos a la casa, te veo mal. Cuando llegamos a su casa me dijo que me acostara en una cama y mencionó que las heridas estaban en mal estado, entonces llamó al doctor de Yaulicachi. El doctor vino y me dijo que tengo que ir de nuevo al Hospital, pues las heridas no se estaban recuperando bien y como no teníamos dinero no me llevaron a una clínica para que me vea un dermatólogo. La quemadura era bastante grave.
Mi papá me volvió a llevar al hospital con el SIS, y me internaron de nuevo. Limpiaron mis heridas, la desinfectaron y me dieron de alta a los dos días así con mis heridas aún palpables. Regresé de nuevo a mi casa y pasé mucho tiempo sin asistir a la escuela. Mi profesor con mis compañeros me visitaban y me animaban, así podía soportar los días difíciles. Pasaron los días y con la cicatriz ya más seca, volví a la escuela y yo ocultaba la cicatriz al ponerme ropa larga. Pasado unos meses mis profesores se dieron cuenta de lo que yo hacía y de inmediato buscaron ayudarme. Ahora estoy tratando de sobreponerme de esto y ser más segura de mi misma, pues me dicen que cuando sea señorita y quiera ponerme prendas diversas, la cicatriz que tengo desde la cadera, hasta los pies de mi pierna derecha, podría afectarme emocionalmente. No obstante me estoy preparando. Estoy fortaleciendo mí autoestima y sé que estoy superando toda dificultad. Mi profesor está buscando ayuda por todos lados para que yo pueda seguir un tratamiento especializado y se pueda hacer un trasplante de piel o algún otro tratamiento que me ayude a tener una mejor calidad de vida.
Estoy segura que lo lograremos con el apoyo de personas de bien.
Si tú puedes ayudarme, por favor te lo agradecería mucho. Al momento me han ido ayudando para consultar con especialistas pero el tratamiento me dicen que cuesta mucho. Mi profesor está buscando personas e instituciones que me puedan ayudar. Sé que lo lograremos.


2 comentarios:

  1. Llamame al 921 924 841 quien escribe es el presidente de una Organizacion social espero tener tu llamada para coordinar la ayuda

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    Respuestas
    1. Muchas gracias estimado Alfredo Tantalean. Le estaré llamando ahora mismo... Dios lo bendiga abundantemente.

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