Recuperando la paz interior en los días de cuarentena:
Con el Club del Pensamiento Positivo: Escuelas Positivas.
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Bienvenido(a), a una edición
más de aprendo en casa con el Club del Pensamiento Positivo
Si sientes que las cosas cada
día son más difíciles y la paz interior desapareció es momento de calmarnos y
experimentar la paz que debe existir en nosotros, por ello, junto a nuestros
niños y niñas del Club del Pensamiento Positivo, vamos a iniciar la edición de
hoy, con la oración de la paz de San Francisco de Asis.
Escuchemos atentamente.
Señor, hazme un instrumento de tu paz,
donde haya odio, ponga amor,
donde hay ofensa, perdón;
Donde hay duda, fe,
donde hay desesperanza, esperanza;
Donde hay tinieblas, luz,
Donde hay tinieblas, luz,
donde hay tristeza, alegría.
Oh Divino Maestro,
Que no busque yo tanto, ser consolado como consolar,
Que no busque yo tanto, ser consolado como consolar,
ser comprendido como comprender.
Ser amado como amar.
Porque dando se recibe.
Perdonando se es perdonado.
Y muriendo a si mismo
Se nace a la vida eterna.
Ser amado como amar.
Porque dando se recibe.
Perdonando se es perdonado.
Y muriendo a si mismo
Se nace a la vida eterna.
San
Francisco de Asís
Cuán
importante es, que en tiempos de dificultad, nos fortalezcamos realizando lo
positivo, es decir hacer lo contrario de aquello que es negativo. Si hay
tinieblas, ser luz. Si existe tristeza, ser alegría, si existe odio, dar amor.
Cuando
pensamos primero
en
los otros.
Cuando
nos preocupamos
por
los demás.
Cuando
acudimos en ayuda
del
que necesita.
Cuando
nos acordamos
del
que tenemos al lado.
Cuando
compartimos
los
bienes que tenemos.
Cuando
acompañamos
a
los que sufren.
Cuando
damos nuestro tiempo
para
beneficio de otros.
Cuando
colaboramos para mejorar
la
situación de los que menos tienen.
Es
cuando hacemos todo lo contrario a la maldad, el egoismo, la indiferencia, la
corrupción.
Bendice a los que sufren y nadie los consuela
porque nadie comprende su amargo padecer.
Señor,
ayúdanos a consolar a los que lloran.
Señor
ayúdanos a ayudar a los que sufren.
Que nada te turbe
nada te espante,
todo se pasa.
La paciencia todo lo alcanza;
quién a Dios tiene, nada le falta:
Señor,
que el sufrimiento de los demás no me aplaste,
que sepa mirar con esperanza cada acontecimiento
y que, en ellos, descubra lo que Tú quieres de
mi.
Creer en Dios puede
darte fuerza, coraje y un importante sentido de esperanza. Te puede motivar a
convertirte en la mejor versión de ti mismo y tratar a otros con amabilidad
“Para los hombres esto
es imposible; más para Dios todo es posible.”
“Haz lo mejor que
puedas y deja que Dios haga el resto.”
Con la bendición de Dios, culminamos la presente
edición expresando mis mejores deseos para cada uno de ustedes. Escribe en tu
cuaderno de la superación, una oración de gracias por todo lo bueno que tienes,
a pesar de los tiempos difíciles que estamos pasando, siempre hay mucho porqué
agradecer.
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